Este Poema fue escrito y leído en conjunto por Daniela Catrileo y Nicolás Muñoz en el Manifiesto de los poetas chilenos por la integración de los Pueblos de Chile y Bolivia.
Habían varios poetas invitados, entre ellos Anggela Espinoza (en la foto) integrante de Florerito,los demás no eramos oficiales pero si hay un micrófono abierto, hay un florerito quebrado...
Daniela:
Tienes sangre en el ojo hombre desventurado
revelando tu árbol sin raíces
el tabaco desparramado como espigas en el océano
de tu juventud enmohecida
te inyecta las palabras destruidas
el ladrido misericordioso y fantaseado
con esa fe a cantos del paseo ahumada
el salvador se nos apareció esta tarde
nos ilumino con su dinero
para el pan de cada día
y no había vino, ni festín para la vendimia
simplemente levadura como la tierra
que nos invita a ser viudas
sepultureras del gorrión esquelético del olvido
Nicolás:
Y yo, menos propicio de hablar de individualidades,
por que esa soledad es individual
hablo de los muertos ancestrales
la tumba que nos va poblando
las lágrimas mal repartidas de nuestra tierra
los dedos con yagas
sangre y distancia
lo preñado
como cachorros colgando de los pezones de
nuestra Latinoamérica desmedida
el sol que transitoriamente desgarra los lomos
de los cosechadores de nuestra tierra
los héroes
acaso acabo de hablar de los héroes?
nuestra cultura
la nombramos?
el hombre latinoamericano que se resiste al sepulcro
como desde el comienzo de nuestra naturaleza de hombres
se resiste a ser pescado para los pescadores.
Daniela:
Quisiera ver los colmillos del pueblo y sus tormentos
mientras mis encías lucen hinchadas
escuchando la necesidad que nos va degollando
luciendo vestidos rasgados de espantapájaros desolados
tiempos de gloria, glorias enumeradas
victorias de héroes y barcos marchitos
la familia enterrada
la ingratitud abatida va floreciendo
con pinta de chinches ambiciosos
hemos despertado con sed
y las cadenas vociferan los virus
las infecciones acumuladas
que naufragan en la ondeante marea del sol
animales torturados como tu pedacito de arena
tanto remordimiento
Oh frágil veneno de mis parientes mal paridos
arrojados al abismo de un pasado que me
quiere hacer cosquillas en el corazón
muéstrame tu lengua afilada
para marcar los surcos que lentamente
hicieron estrías en esta ciudad muda
de migas sin roer y prosas desencantadas
Los hermanos mayores se fugaron
a los circos de las trincheras en el desierto
con sus madres colgando
artesanías fatigadas de un relámpago
que espera descender
a los niños de barro
al águila nocturna carroñera de voces
sin justicia, apuñalando la revolución desnuda
de nuestra piel morena colmada de pólvora mugrienta
en esta fabrica caliente de poder imperialista
de los pobres sin república
con el abismo de un callejón que se arrastra
que te dice camarada
comiendo nuestras defensas
como patadas en las entrañas de los ultimas
guerrillas
Nicolás:
Hay fabricas que crecieron a merced del agua de los árboles
en ves del petróleo que es la sangre de la codicia
y con eso se fue perdiendo la posibilidad del hombre
de crear su propio destino
con el heroísmo falso que nos enseñaron los libros de historia en el colegio
nos partieron, nos siguen partiendo el cerebro con
lenguas de historiadores fanáticos de una identidad falseada,
limitando con egoísmo nuestras tierras fértiles
hoy
regadas con la sangre de un progreso inexistente.
Dictaduras con los dientes hinchados de codicia,
sabes, y yo sé que tu sabes, en nuestro canto, es tan necesario cantarle a la muerte...
y aunque nuestros cementerios hablen,
sabemos quienes son los responsables de las barbaries de nuestra epifanía progresada.
Veo los árboles desventurados que nacieron en los límites del desfalco de la colonización
y que se partieron y con eso partieron la historia
en la tierra donde nunca llego Jesús.
Los veo luchar por una tajada de la mortadela que no nos tocó.
Los veo dividiéndose y fabricando encrucijadas
que aparecen en la televisión todos los días mientras las viejas planchan,
los veo planeando nuestra destino en una servilleta emborrachados
por la apetencia de nuestros créditos y nuestros destinos
somos animales de lucha
no nos entregamos
regamos nuestro nacimiento.
Daniela:
Bombardearon nuestro ombligo
una especie de cometa circular
entre sollozos a despedazado
las esperanzas de una nueva mañana
que sencillamente se iniciaba al aroma
de las praderas antes de viajar al laburo constante
de perderse entre las micros
pero también se inicia con el cobijo
del atardecer donde descansan las ampollas
entre la piel
que se recrea en ese silencio que no tortura
que nos envía a la vida,
a la lucha de un día más.
Nicolás:
Chile animal colosal egoísta
Perú animal colosal egoísta
Brasil animal colosal egoísta
Bolivia animal colosal egoísta
Argentina animal colosal egoísta
y todos los demás.
Mañana seremos una cosecha que tenga su propia voz
y su propio destino.
