No existe precariedad cuando se trabaja con intención y se olvidan las individualidades, y es exactamente lo que ocurrió esa hermosa noche de viernes en el piojoso barrio que nos sustenta.
Vamos a seguir creando con voluntad y todas nuestras fuerzas para que los espacios se abran y los floreros se rompan.
Que viva la libertad literaria en nuestros corazones. A luchar contra el abatimiento.
N.M
2 comentarios:
Algo pasa...
y no sólo observamos
=)
Ahora entendí tu mensaje, yubi, ando lento con tus respuestas.... (y fantasmal como la foto)
si algo pasa... y hacemos ruido...
Publicar un comentario