lunes, 15 de septiembre de 2008

Cristián Pérez















SIETE

Son los espacios entre las cosas
revelan relaciones, gemidos,
una estatica incolora
son los ojos y la facultad fisica
de ver, la que clausuran
de manera textual.
Son el temor a tener
una mala vida, acosada
por la violencia, por el abandono
son el absurdo del tiempo perdido,
irremediablemente querer
morir en esto
lo que genera esta textura.

Cuando sentia esto miraba a una niña
moviendo sus labios
moviendo sus manos,
agitando el aire, haciendo relaciones
operando los vinculos,
en la estetica de mis pensamientos que veian,
sentian que veian,
una corta aparicion sostenida
en el texto,
la corta duracion de un espasmo feroz
pero imperceptible
las ganas de construir con las propias manos
la caterva sudamericana,
la caida, y posterior auge de lo latino,
que nadie invoca, que palidamente
se evoca en esa niña, construida entre
espacios que se relacionan, que me vinculan
a lo que todo es
a lo que no se puede evitar.


OCHO


Sobre la mesa los codos
afuera es de noche
los arboles se mueven por el viento
algun susurro lejano llega
una voz extranjera
intentara decir el nombre
del frio
que te embarga
de tu congelamiento feroz
¿tu entiendes desierto lo que te despertara?
la filiacion de tu sangre, tal vez
la perdida de la lengua materna
lo que aterroriza en el borde de tu cama
y no era el silencio la tierra, tu tierra
un mastil sostenido por fantasmas
el horizonte de la quietud
Todo esto murmuras
mientras tu madre duerme para siempre
y tu ya no tienes casa donde llegar
el embrujo de una espera
te causa un dolor sin nombre
algo te dice algo de la ternura,
de la soledad,
ni pajaros negros, ni viaje porque si,
una persistente preferencia por lo desnudo
y el calor cuatro veces por dia lo recomendable,
habias dicho que esta seria la epoca, la sencilla
temporada en que el poema seria mas transparente que un cristal
y sabes, nada surgia
mientras se derramaban a montones
las tazas de leche del niño
un conjunto de una belleza indescriptible,
de una emocion sostenida hasta los limites de lo indecible,
que dicho sea de paso, fueron años,
te convirtieron mal que mal en un hombre
con los ojos pegoteados
asi,
la cara con figuras asa,
ensalsando simplemente,
el baile de los niños a la interperie de la noche sudamericana.


DIEZ

Y afuera los dias son tan cortos
el tiempo es la tortuosa espera de tu
aparicion de fantasma envuelta en
la mitologia que generas
con tus gustos y sensaciones, la piel de los dias
como el mar, muchos dias,
como si hubiese sido solo uno
aguardando en las montañas o la arena.
Los niños crecen, y esconder
las sensaciones de algo inexpresado
el mundo no bastaria para terminar
de encontrarte, a ti, tu familia, la raiz hacia abajo,la mitologia
y lo vinculante a todo lo que respiras
dejas, obligas, me apago, la forma de tus ojos,
tu voz, la misma,
hendiduras afuera, todo alli,
afuera, el tiempo como herida,
la muerte y el viento,
y la lentitud de este silencio que no aparece,
tu similitud y la mia en la repeticion.
Nada ha pasado aqui adentro, desde que no estas,
son los mismos paises, el mismo olor de tu pueblo,
la voz de tu raza, las manos crispadas,
el exilio en las fronteras heladas,
la saliva salpicando a mis ojos,
aqui adentro, la muerte y el viento,
no basta aqui adentro no saber de ti,
ni de tu voz y la mitologia que te envuelve
con esas cosas como colores o formas,
de un pueblo, de un pais
que ya no hay,
aqui adentro tambien el tiempo, y sin embargo,
nada se aleja lo suficiente,tristes barcos de la musica,
y girando el desierto,
estabas denuevo de sangre, de latido y
saliva y viento, es afuera,
siempre es afuera aqui adentro.


EL ORDEN

Pensar en palabras de este mundo
lo nunca dicho, atisbar lo inexpresable,
no querer es poder, decia Pessoa,
y entonces lo vivo, la materia movil
inasible,
es como un sueño,
entonces soñar,
hacia abajo, perdido
en botellas del ron mas fuerte,
perdido en cerrar los parpados
y no mencionar calle en la calle,
y no decir falda
con los ojos en la falda,
mirar la mano extendida,
como si fuera ajena,
desmaterializar la angustia,
la desesperacion virtual,
los bits per second,
el sueño del sueño,
o lo soñado hablandole al sueño
de los perros que ladran
al sol
al calor
la sed y los unicornios
las cebras enloquecidas miran
desde el Atlantico,
yo pareciera estar al otro lado del mar,
y decir estar de manera incorrecta,
debiera decir correctamente existir del otro lado del mar,
seria tambien, como decir, despertar,
y despertar a lo movil,
a lo vivo (wuacho),
al horizonte oscuro,
a la interperie de este continente,
a la imaginacion de tu casa, de la mia,
del patio y sus jardines y flores
y araboles, y los niños,
de la lentitud de la risa son no mas,
de la reiteracion del viento y sus murmullos,
y aunque sea un sueño de plastico,
de neon picado,
de luces retorcidas, de espinas secas
o arboles muertos,
abriga bien al niño que te toco,
que no derrame tanto la leche,
que cepille sus dientes,
que sepa que su manos es su mano,
independiente de las preguntas, con preguntas,
los niños son mejores,
mientras nosotros,
aunque nosotros,
a pesar de nosotros.

1 comentario:

Emersson pérez dijo...

larga vida al rey

bienvenidos tu y tus personalidades.