lunes, 15 de septiembre de 2008

Daniela Catrileo











Sin tripas de caviar


Llevamos peinados a la moda,
nos pusimos los mejores vestidos
para la party,
bailamos acartonados
con las medias corridas,
con la corbata prestada,
entre tanto jovencito cantándole
a la maldita sociedad
con los flashes de el mercurio
sobre sus rostros,
pachangueando “rock marginal”
entre sus canapés de flamenco a la barbacoa.

Te perdiste entre
los balcones imaginarios
con el hielo hasta la garganta
de tanto whisky cuico…
vomité sobre la piel de sus madres,
canté la mejor serenata al anarquista de cartón,
nos creíamos de elite pero con 1 metro menos
y la nariz sin respingar.

No somos la imitación barata
de la sociedad rubiecita,
somos los no imitadores,
aunque si baratos,
cobramos poco por mear sobre sus chaquetas de cuero…


Alaridos de Barbie -Daniela Catrileo-

Ellos piensan dolores carnosos
Sobre las veredas desteñidas
Haciendo gárgaras por cada extremidad
Pude ver sus rostros crispando las noches
Con la piel desgarrada
Mientras una virgen imaginaria
Se agitaba descocida
Desintegrada en su sexo
En sus muslos plásticos
Fragmentada a los recuerdos
Envuelta, Amortajada
En la fantasía del encaje
Como esquemas bordados
Entre Vestidos artesanales
Llanuras ácidas hirviendo
Caminos de tiempo en una
Bóveda famélica
Embriagada por el instante
De escaleras oxidadas
Hay cuadraditos y líneas amarillas
Invocando los pies de la muchedumbre
Y los gritos se oyen lejos
Como silbidos de flamenco
Hay cenizas y papeles
En la corona del rey kem
Las manos también bailan
Y se deslizan por el viento.


Nada más

Quiero hundirme bajo el agua
y no escuchar a ese loco
gemir sus borracheras,
Se torna un show inexpresivo,
Cuyas máscaras se derriten,
lanzándose a este ambiente.

Tras capas de humo las miradas
se humedecen en alcohol,
mientras los perros ladran
sumisos ante el espectáculo.
Nada más vomitar, que la sangre llega tarde.

Era un día sábado como cualquiera,
el vaso vacío, sin cervezas,
Caminando sin llegar.

La Daniela siempre repite versos
atolondrados, cuando el vaso
esta por llenarse, y pocas veces le
acierta al cenicero.


Recuerdos del futuro

Tengo un collage atolondrado de ruiditos
entre las cicatrices violáceas que
torpemente abrazan mi cuello;
violáceas como el vino, como la noche,
esa de carreras perdidas
en arbustos cuadrados.
Estoy adornada de caricias felinas
enredada en unos labios borrachos
de cancioncitas rudas y sueños alados.

Este mundito parchado
nos arrebata el aliento
de luciérnagas invisibles,
de bicicletas pintadas
sobre el asfalto.
Recuerdo que vimos
esas putas soñadoras en los hoteles caros,
esas anécdotas partidas
en los fragmentos de tu cuerpo.

Tantos revolotean que se escapan
los detalles se velan,
por eso te cuento
que en mi recuerdo del futuro
estábamos poblando los tejados
de una dimensión paralela.

Lejos tú, lejos yo.
Tengo las manos juntas y no se rezar


Nunca

Ahora me tocará fingir
que nunca fue una noche,
cambiar las nostalgias
por rostros nuevos…

Son las 07:31 a.m.
y te alucino en el fondo
de un vaso;
te guardo allí
para vivir en las dimensiones
rutinarias.

Nunca será fácil.

2 comentarios:

Emersson pérez dijo...

alaridos de barnie la lleva

saludos compañera

JC dijo...

Me gusta la logradas imagenes que describes. Un abrazo.


JC