martes, 16 de diciembre de 2008

3 comentarios:

Nicolás Muñoz dijo...

Respuesta de Felipe Lagos, vía e-mail.

He leído el articulo acerca de la, así llamada, “Generación Gogueta”. Intentare escribir algunas ideas acerca de él. No porque alguien me haya “encargado la difícil tarea de hacer un articulo…”. Sin duda quien testimonia tiene algo que decir, atestigua una experiencia. Esa experiencia no es solitaria, atestigua siempre ya una relación. ¿Nuestra generación? Intentare exponer por qué pienso que el artículo del señor Emersson Pérez, que con sus propias palabras sería una especie de nuevo prometeo, humilde y fuerte monje, es una soberana impertinencia.


Según este señor (¿qué edad tiene? No sabría decir si tiene 14 o 29), la mayoría de los poetas a los que pretende representar provendrían de “periodos conflictivos”. Pero aquello no es una característica de nada. Ha habido una infinitud de periodos igualmente conflictivos, y peores aún. Yo diría que el artículo carece de conciencia histórica.


Además, según él, “esta generación tiene mucho que decir sobre todo en poesía”. Al respecto, el primer lugar cabe preguntar, ¿por qué esta generación? ¿Y las otras, las del pasado, las del futuro? ¿No tienen también ellas mucho que decir? En segundo lugar, ¿qué es lo que tiene que decir? ¿Qué “no somos bien catalogados”? ¿Qué quisiéramos ser bien catalogados? Creo que el señor Pérez es un coleccionista de catálogos…


Hacerse de un nombre (¿Generación Gogueta? Sería más adecuado Generación Gogó, joven bailarina profesional de discotecas y salas de fiesta para animar al publico), buscarse una identidad, es, hoy por hoy, una degeneración. Señor Fuerte y Humilde Monje, su artículo me resulta degenerado. Presenta esa actitud ambivalente ante la identificación característica de los adolescentes. “¿Por qué autodefinirse…?”, chilla usted. Y sin embargo, se define. ¿Fuerte? ¿Humilde? ¿Nuevo prometeo? ¿Punk Rock?


Conjuntamente, el articulo tiene el descaro de referirse a si mismo como “bueno”. ¿Qué clase de palabra degenerada es esa? ¿Cómo un “vanguardista original” puede utilizar la palabra “bueno” para definirse a sí mismo?


El articulo esta tan encarnado por los léxicos más bajos de esta cultura que, incluso, al decir “siempre es mayor el material de consumo que los consumidores”, se refiere a la poesía como producto de consumo.


En lo que respecta a la característica de la poesía de, lo que usted llama, generación, la ausencia de musicalidad le es propia. Los poetas hoy escriben como si fueran cartas, y lo peor, cartas a la “mamá” o a la “polola”. Asimismo, es una poesía muy desabrida y de opacos colores.


Por último, cuando el artículo habla de “visiones poéticas”, “cosmopolitan”, “vocabularios perfectos y originales”, “artistas jóvenes”, “nuevos genios”, y sobre todo de “minidemocracia comunicativa” (diablos, qué clase de palabra es esa), no hace sino mostrar una ideología política burguesa y revisionista.



Atentamente



Felipe Lagos D.

Nicolás Muñoz dijo...

Respuesta de Nicolás Muñoz


Señores de Floreritos mutilados:

Con creciente alegría y satisfacción recibo sus interpretaciones y laceraciones, que no dejan de ser de lo más pertinentes, en esta pornográfica misión de
dejar en constante evidencia la discusión de sincronías poéticas, aunque como resultado nos encontremos con des-sincronías, y pobre de Felipe que me diga que ¿qué clase de palabra es esa? ya que no sé ni si existe ni si debiera existir, además escribo como quiero choro.
Bien lo dice mi compañera gatuna (que escribe desde su Messenger) conjeturando con una erección mía al leer sus descuartizamientos (no entraré en detalles de mis erecciones, si eso es lo que esperaban, no es la ocasión ¿acaso existe la ocasión, la pertinencia para eso? bueno, una erección grande y tal vez jugosa, un poco tal vez, un poquitito, rojita rojita). Señores descuartizadores de floreros, les hago un llamado a seguir con violencia y entusiasmo la discusión que desde hoy quedará impresa en nuestra página web, blog, como se llame, eso sí, haciéndoles un llamado también a renunciar totalmente de la búsqueda de un nombre para esta generación, ya que yo mismo la bauticé hace unos años atrás como "cuadrilla canalla", y el que tenga un problema lo espero aquí y lo arreglamos de una choro.

Les dejo un besito rico a cada uno de ustedes, no olviden seguir escribiendo, seguir masturbándose religiosamente, seguir amando a los prójimos y poniendo la otra mejilla, no lo olviden, que estamos en la casa del señor, y esta es palabra de Dios.

Cristian A. Perez. dijo...

Nada es mejor que reirse cuando se esta deprimido. La identidad, esa cosa escencialmente (me costo esta palabra) militar tendria como corolario la frase, pinta tu aldea y pintaras el mundo, algo de buena intencion existe implicita ahi, pero queda claro que las buenas intenciones en literatura son tan constituyentes de su naturaleza, como los hombros a un pescado. Llega un momento, me llego a mi, en que uno solo busca bondad y amor, asi no mas, entonces cuesta ensañarse con cosas que llevan un signo tan claro de buena intencion, aunque a uno le pueda parecer una "soberana impertinencia" este tipo de intentos, mas que nada porque me siento mas ligado a la generacion (¿se puede usar este apelativo en este caso?) de los ladrones de libros,y esos nacen en todos los tiempos, desde Villon, creo,y a proposito de esto, recuerdo una vez haber estado en la casa de una amiga, cuando aparecio el mayor ladron de libros del pais, su nombre es Julio Faundez, ese dia traia bajo el brazo sus dos ultimas adquisiciones, Las Obras Completas de Baudelaire, un libro empastado, de tapas de cuero, que por lo bajo costaba mucho dinero, y el otro, La tentacion del fracaso de Julio Ramon Ribeyro,libro que se convirtio en mi obsesion hasta el dia de hoy, se que no digo nada, me gusta quedar bien con todo el mundo, solo que aqui les doy un dato que para algunos puede ser espeluznante, lo que queria decir era que esta risa de la que hable al principio, se convirtio en una carcajada generosa, donde senti que mis dientes se vieron mas cariados que nunca, esto degenera dia a dia en una mueca de horror, mentiria si les dijiera que es agradable, es aliviador escuchar por ahi, que somos unos canallas.